¿ De Don Antonio qué decir ? Laureado Poeta de la fanfarria hispánica,esa que tan pronto olvidó la vida del hombre de su tiempo que supo ser para sacarle de contexto sus precisas palabras.
El hoy reconocido y citado por todos Antonio Machado,intelectual eterno de la España republicana,afín a sus conceptos y firme defensor de la justicia terrenal,cuya honestidad se vió solennemente violada, eso si,por los aprendices de fascistilla hispanos que tras el golpe de estado y la consiguiente guerra civil quisieron hacerlo comulgar con ruedas de molino elevándolo a los mierdosos altares del beatismo y la moralidad franquista y ,eso,a sabiendas de que Don Manuel,para nada tener que ver con semejante turba canallesca y temiéndo su evidente poco aprecio por la cultura,cruzó los pirineos en compañia de su santa madre para ir a morir a tierra extraña.Algún día ( si es posible y si no ) de ir he a Colliure,acojedora y recojedora estancia para la eternidad,afrenta viva en el espíritu,herida que supura inconformismo...Liberté,Egalité,Fraternité en la francia de un patio de sevilla,en las alas abiertas de una lechuza sobre el olivar,en un viejo olmo,en el vino del camino ...en esos días azules,
joder,
y en ese sol de la infancia...
y en esta saliva ensangrentada con la que escupo a tod@s l@s maestr@s (vosotr@s,si,vosotr@s) que nada pudieron enseñarme de Antonio Machado porque no tenían ni puta idea de quién seguía siendo,de quién es, Don Antonio Machado Ruiz.
"Yo nunca os aconsejaré que escribáis nada, porque lo importante es hablar y decir a nuestro vecino lo que sentimos y pensamos. Escribir, en cambio, es ya la infracción de una norma natural y un pecado contra la naturaleza de nuestro espíritu. Pero si dais en escritores, sed meros taquígrafos de un pensamiento hablado. Y nunca guardéis lo escrito. Porque lo inédito es como un pecado que no se confiesa y se nos pudre en el alma, y toda ella la contamina y corrompe. Os libre Dios del maleficio de lo inédito".
ResponderEliminarAntonio Machado, Juan de Mairena: sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo, Alianza, Madrid, 1995, p. 267.