Buscando "el punto que contiene todos los puntos" deambulé por garitos y paisajes la mayor parte de mi vida, sin que esa pérdida de tiempo supusiera mayor problema que los ya asumidos, por inevitables, problemas de salud.
Habida cuenta de la imposibilidad circunstancial para redescubrir el sumidero de mi propio yo atisvado en efímeras y rotundas pérdidas de conciencia colectivas a traves de sustancias poco recomendables ya desde éste que ahora soy,pronto abandoné el habitual ( y egomaníaco) mirador social que es la juventud tóxica para sumirme sin remedio en la plácida depresión solitaria que,en el sótano de mi vida,tirado en el suelo de una realidad que se ha habituado a mí y a mis abismos y que ya ni recuerda el nombre de mujer que yo atesoro...;para sumirme sin remedio,digo,en la rutina de la eternidad ,en la infinita pereza del infinito y así olvidar si odio o si recuerdo o si amo o amé o si tan solo soy ( y ahora) lo que escribo...
...lo continúo buscando porque yo también lo ví,nos ví y os ví muy arriba,en el cielo de una mañana nublada y lisérgica,en que mis pies pedían socorro en un campo de futbol vacío y embarrado que ya no existe.
Qué punto.
"Nuestra mente es porosa para el olvido ; yo mismo estoy falseando y perdiendo, bajo la trágica erosión de los años, los rasgos de Beatriz" (Borges, El Aleph).
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