PELEANDO A LA CONTRA de Charles Bukowski

Conocí a Bukowski por un libro llamado " Cartero " que un amigo me prestó y que ya nunca devolví. Durante la vuelta a la realidad que supuso el año 1995 no me cansé de leer las peripecias,reflexiones y borracheras de un tal chinaski ejerciendo de funcionario de correos.Con el tiempo leí más libros de este incorruptible e insobornable poeta pero uno en especial hizo que surgiera ante mi otro Bukowski muy distinto del que hasta ahora había leido.Fue un pequeño librito integrante de una colección de poetas distintos el que me hizo volver a releer al escritor en busca de esa rotunda y hermosa poesía sucia que subyacía en sus textos y que había pasado desapercibida entre vómitos,peleas y botellas vacías.

Sin embargo,una vez que la vida te retiene con sus mil dolores pequeños e invisibles y con sus pérfidas marañas de responsabilidades sociales y con sus domesticaciones rutinarias y cobardes ...una vez que comprendes que jamás llegaras a tener ni la sombra de los cojones que Charles tuvo,pues como que ,de repente, te va dejando de gustar un tío que siempre está borracho o emborrachándose y maldiciendo a la gente y peleando contra quien quiera pelear y renegando de mujeres que parecen hechas de asco y que habla mal de todos los que conoce precisamente porque los conoce.Te va dejando de gustar esa aptitud que ,en el fondo,envidiamos y aún a veces, tratamos de (digamoslo así,ejem) homenajear desde la ya carrozona impostura de un momento puntual en total desacuerdo con la edad que tenemos.Buf.

Menos mal que cuando creíame perdido ya entre conceptos de ideología perroflautera,acordes musicales jipiosomarihuaneros y tardoconsumismo en dinerolandia ( Esto era Mallorca entonces para mi) hallé una mañana el resplandor oscuro de CHARLES BUKOWSKI escrito en un libro que para mi parecer es una extraña y bella biografía enmascarada en relatos,vivencias y poemas.Me asestó el susodicho puñetazo tal que aún ando renqueante y noqueado pero lúcido al fin para con esta realidad de mierda,mierdas y mierderío en la que estamos en mayor o menor medida todos sumidos.Brindo por usted,Señor Chinaski,aunque no debería...Pero ¡Qué cojones! ¡Que se jodan!.