Mi percepción del amor (¿no lo sabíais?) estuvo siempre influída por esta vulgar novela en la que,sin embargo,Emily Brontë describe como nadie jamas ha conseguido hacer despues ni hasta ahora,la capacidad creativa,renacedora y destructiva del mas sublime de los sentimientos humanos.
No solo fue gran influencia para mi la lectura de este...cultivado folletín dramático,escrito por una mujer desde otra circunstancia histórica hoy inimaginable,sino que ademas fue el eje sobre el cual reorganicé y reubiqué toda idea sentimental ( y ahí es nada ) propia.El relato mal narrado desde una primera persona que se muestra ajena pero conocedora a la vez de los abismos y cumbres del amor atormentado deja sin embargo un adictivo hilo de adjetivos y verbos ya en desuso que hilan una trama absurda,imposible e ineficaz para con el desenlace de toda historia con final feliz.De eso trata y se trata.
Cumbres borrascosas es el nombre con el que denomino a ciertos lugares de mi mismo a los que pocas otras almas lograron acceder ...Cada primavera heathcliff irrumpe en mi esperanza como las flores,como el agua de mayo,y cada primavera irremisiblemente también,Catherine surge despiadada para pisotearla ,para anegarla...
El racismo,el miedo a lo diferente,los tabúes litúrgicos y el asco hacia un@ mism@ están tan presentes en esta novela que está claro que solamente un sentimiento llamado amor podrá sobreponerse a ellos .
Pues no.
Resulta que el amor tambien puede ser oscuridad,vacío y frustración...
Tal que así.
- ¡Ojalá sea tan suave su despertar en el otro mundo!
ResponderEliminar- ¡Ojala despierte en tormento! Sí, ha mentido hasta el final, Catalina Earnshaw, ¡Quiera dios que no descanses mientras yo viva! ¡Dijiste que te maté! ¡Pues sígueme! Si las víctimas persiguen a sus asesinos, ¡Sígueme! Si hay espíritus que andan errantes por el mundo, quédate siempre conmigo, toma cualquier forma, ¡Vuélveme loco! ¡Pero por favor!, no me dejes en este abismo en donde no puedo hallarte. ¡Oh dios mio! ¡¿Cómo decírtelo?! ¡Yo no puedo vivir sin mi vida! no, ¡Yo no puedo vivir sin mi alma!
Cumbres borrascosas-Emily Brontë