Mi infancia y pre-adolescencia está repleta de aventuras narradas por Salgari. Noches de luz encendida hasta altas horas de la madrugada y mañanas de ojeras y cansancio en el pupitre delataban muy bien ante mi mismo y ante quien supiera observar por donde habría de ir mi vida.
Si la lectura del corsario negro y su ansiada búsqueda de venganza causó en mi corazón el mismo efecto que una sustancia altamente adictiva,¿qué decir de Sandokán y sus tigres de malasia?
El efecto Emilio Salgari. El morboso lenguaje de la atrocidad en nombre del honor pirata o de la libertad...cortar cabezas y mutilar brazos como quien dice una oración a un Dios que sabe que le escucha,reivindicar la propiedad de una tierra usurpada e invadida por los ingleses,utilizar a la salvaje naturaleza como religión y justicia...Hombres tranquilos obligados a ser bárbaros.
Es curioso que ,ya en la actualidad del mundo en que vivimos,Sandokán haya sido tan injustamente olvidado tanto por las reediciones literarias como por el peliculerismo de hollywood.La razón ,sin embargo ,nunca fué mas obvia. Crear un mito o dar a conocer un personaje que forma parte de piratas malayos luchando contra el imperialismo anglosajón en los tiempos que corren sería un punto que despertaría quizas simpatías por los tan actuales piratas secuestradores de barcos y pedidores de rescates que actúan por la misma zona a fechas de hoy.
Sabía Salgari de la dificultad que entrañaba esa zona de archipiélagos e islotes y de espesas,frondosas y peligosas selvas.
Sandokan es un príncipe destronado que resiste a la invasión de los ingleses aprovechando todo cuanto la naturaleza y el entorno le brinda.Apoyado por unos pocos incondicionales y amante amado de una mujer inglesa que forma parte pasiva de sus opresores.Con menos guión he visto yo superproducciones de mierda en hollywood.Por ejemplo "Capitan Philips",pero claro...,lo que le faltaba al stablisment .U.S.A. : Tener en los revueltos ríos de malasia,indonesia,tailandia,etcétera..a otra iconizada aldea gala y en Sandokán a otro mito mas de la lucha contra su opresión colonizadora.
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jueves, 30 de enero de 2014
sábado, 25 de enero de 2014
LA ISLA DEL TESORO de Robert Louis Stevenson
La isla del tesoro es uno de los libros mas queridos por mí.En sus páginas encuentro visos del muchacho entusiasta y fantasioso que era.En la historia narrada hallo reminiscencias de mis propios y chamuscados mapas. El espectro de Long John silver se adivina en los ojos derrotados de los soñadores que creo conocer.Las botellas de ron se han acabado y ahora bebemos wisky cada vez mas barato.El tesoro aguarda enterrado en cualquier playa a que los mutilados de esta vida jodida vayamos a buscarlo.Con patas de palo o garfios afilados...tuertos o sordos...borrachos y malvados...ciegos siempre por el fulgor dorado de la vida, guardada como el oro bajo llave en el cofre de un hombre muerto.. ...
Si ese tesoro que promete Stevenson es, en sublime metáfora, la esperanza a la que está condenado todo ser humano,sobra decir que también por su brillo fuí cegado y así anduve la vida en zozobrantes pasos por miedo a los naufragios y asido a mis temores como único socorro;manteniendo sin embargo el alma a flote.
Mi tesoro, que ya es nuestro tesoro y su tesoro permanece en lo hondo del futuro de nadie.
Sin embargo los piratas,siempre actuales,atisban con sus largos catalejos todos los mares donde nos vamos a bañar y merodean por todas las tabernas en las que bebemos.
El viejo John,a salvo de la historia narrada por Stevenson y a salvo tambien de la novela que leí hace ya muchos años, sigue cantando con voz ronca y fuerte mientras rema hacia la costa.
“La bebida y el diablo acabó con el resto. ¡Ja, ja, ja! ¡Ron,ron,ron,otra botella de ron!”
Si ese tesoro que promete Stevenson es, en sublime metáfora, la esperanza a la que está condenado todo ser humano,sobra decir que también por su brillo fuí cegado y así anduve la vida en zozobrantes pasos por miedo a los naufragios y asido a mis temores como único socorro;manteniendo sin embargo el alma a flote.
Mi tesoro, que ya es nuestro tesoro y su tesoro permanece en lo hondo del futuro de nadie.
Sin embargo los piratas,siempre actuales,atisban con sus largos catalejos todos los mares donde nos vamos a bañar y merodean por todas las tabernas en las que bebemos.
El viejo John,a salvo de la historia narrada por Stevenson y a salvo tambien de la novela que leí hace ya muchos años, sigue cantando con voz ronca y fuerte mientras rema hacia la costa.
“La bebida y el diablo acabó con el resto. ¡Ja, ja, ja! ¡Ron,ron,ron,otra botella de ron!”
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