A muchos maestros de la palabra respeto profundamente,a muchos valoro y de muchos aprendí.Escritores hubo y hay que sembraron en mi espíritu la espinosa semilla de la duda,el hermoso esqueje de la poesía o el brote humilde de la realidad.Leí libros que me abrieron si no puertas,ventanas;libros que me asomaron al abismo y libros que me enseñaron a hacer en él balcones y escaleras.
Solamente hay dos personas cuyo pensamiento literario y filosófico me aterran profundamente;Personas estas en cuyos libros atruena sombríamente la desgarradora voz de la verdad y que hacen estremecerse a mi alma con sus palabras.Una de esas dos personas de letras es Friedrich Nietzsche.
Imbuído de derrota cultural tras haber fracasado estrepitosamente en mi efímero paso por el bachillerato y tras escuchar amenas reseñas de sus obras en radio 3,empecé a leer a Nietzsche.Adquirí en el tan conocido y tan en boga entonces catálogo cultural DISCOPLAY,casi todos sus libros y traté de asimilar pensamientos,metáforas,salidas de madre y ralladuras varias que entonces poblaban cada minuto de mi vida y confrontarlos con la palabra escrita del mejor buscador de la verdad que he leído hasta ahora...
Como es lógico,mi cabeza hizo crack y un feroz miedo existencial comenzó a cobrar vida desde mi interior y ya nunca me ha abandonado...Descubrir el vacío en el que estamos asimilados no se sabe como ni por qué y que se agiganta constantemente a cada pensamiento supuso para mi joven mente una brutal paliza de realidad.
Muy especialmente pavorosa por aquel entonces me resultó la lectura de "El Anticristo" donde un lúcido Friedrich arremete contra el cristianismo y vapulea a conciencia cada uno de sus conceptos morales.Hoy no puedo sino encontrar semejanza en lo que para el era una religión subversiva que solo quiso y consiguió tomar el poder en el imperio romano y esta otra tan actual y tan parecida en sus metodos como es el islamismo europeo...
Diseccionar tan clara y concisamente los métodos,razones y consecuencias que el cristianismo expuso para obtener prebendas nada espirituales sino mas bien terrenales está al alcance de unos pocos elegidos;despotricar contra pablo de tarso o pedro acusandolos de haber inventado una religion cuya moral estaba y está en las antípodas de la predicación de cristo,solo lo pudo hacer este hombre,Nietzsche,con una honestidad a prueba de sentimientos incluso y al cual en funesto pago,su cabeza enredó en los voraces hilos de ariadna de la locura.
Baste decir que en mi vida he vuelto a hacer lo que hice una madrugada de primavera: Tirar libros a un contenedor de basura.Todos de Nietzsche.
No sirvió de nada.